Las serpientes siempre han causado miedo entre la gente, y entre todas ellas y sobre todo en nuestras latitudes, las víboras son las que más temor provocan. Lo cierto es que la inmensa mayoría de las serpientes de la Península Ibérica son inofensivas e incluso las pocas especies venenosas que hay en nuestra herpetofauna sólo morderán si se sienten acorraladas y acosadas.
La Víbora de Seone (Vipera seoanei) es la única especie de víbora de la Cornisa Cantábrica. Se trata de una víbora pequeña, que en estado adulto no suele superar los 50 cm. Los ejemplares juveniles como éste fotografiado en la canal de Amuesa (Picos de Europa) tienen un colorido más intenso que los adultos y el diseño dorsal en zig-zag mucho más patente.
Las vívoras, al contrario que la mayoría de las serpientes ibéricas son vivíparas. El celo ocurre desde abril hasta finales de mayo, aunque en zonas de alta montaña se puede retrasar un poco mas. Los nacimientos pueden ocurrir a partir de julio y las hembras, dependiendo de su tamaño, pueden parir entre 3 y 10 crías que nacen completamente desarrolladas y perfectamente capaces de inocular su veneno a los pocos segundos de liberarse de la placenta. En este video se puede ver perfectamente el momento del parto y los primeros movimientos de la cría nada mas nacer:
La dieta de la víbora de Seoane comprende prácticamente cualquier vertebrado que se pueda tragar, desde anfibios hasta roedores e incluso aves. De todas formas, la víbora tiene una lista de depredadores incluso mayor, ya que casi todas las rapaces pueden depredarla y también gatos monteses y mustélidos.
Probablemente el hombre sea su peor enemigo, ya sea porque la mata a palos con sólo verla o por culpa de los incendios forestales que provoca todos los veranos y que tienen a los reptiles como unas de sus principales víctimas.
La Vívora de Seoane es una especie venenosa, y cuyo veneno puede causar un fuerte dolor, hinchazón y en contadísimas ocasiones la muerte. Aun así el uso de ese veneno es para cazar y no tiene sentido desperdiciarlo en morder a una presa que evidentemente nunca se podría comer, por eso sólo mordera al hombre en casos extremos. Cuando veamos a una víbora, lo mejor que podemos hacer es dejarla tranquila y no intentar cogerla, y por supuesto no acosarla ni mucho menos matarla.
La Vívora de Seoane es una especie venenosa, y cuyo veneno puede causar un fuerte dolor, hinchazón y en contadísimas ocasiones la muerte. Aun así el uso de ese veneno es para cazar y no tiene sentido desperdiciarlo en morder a una presa que evidentemente nunca se podría comer, por eso sólo mordera al hombre en casos extremos. Cuando veamos a una víbora, lo mejor que podemos hacer es dejarla tranquila y no intentar cogerla, y por supuesto no acosarla ni mucho menos matarla.
Muy guapas David. A mi personalmente me encantan las víboras.
ResponderEliminarun saludo,
Gonzalo Gil
Pues lo mismo digo, los ofidios en general me parecen una pasada, además las víboras son bien bonitas, no entiendo por que le dan tanto repelús al personal...
ResponderEliminarPreciosas fotos, me han gustado mucho.
A mi me encantan, no se me ocurre matarlas nunca me dio miedo ningún bicho hasta hoy. Iba por la ladera de una montaña, por un sendero, por encima de mí un cachito de peso y un muro l vivirá se asustó y su escondrijo estaba en un puente bajando el muro hacia el que yo iba. Por tanto la asistencia fue en mi dirección, cuando me di cuenta de que era una víbora en huida desesperado hacia donde yo estaba entre en susto porque sin querer la había y acorralado un poco pero reaccione y trote -porque con el susto que llevé esa no fue caminar- a si que le dejé vía libre hacia el puente. Punto. Si me hubiera quedado quieta no me hubiera hecho nada seguramente. Pero como no nos enseñan a enfrentarnos a esas situaciones solo nos asustamos y pensamos a ver quien nos lleva al hospital si nos muerde. Para la siguiente espero ser más rápida en sacar la cámara y que no se me ponga la piel de gallina O.O Llevo toda la vida caminando por Llanes y hasta hace 2-3 años no habíamos visto una. Y vengo de una familia amante de la naturaleza y la fotografía nos fijamos mucho
EliminarA mi también me gustan un montón las víboras, y además no son nada fáciles de encontrar. Yo tuve mucha suerte de ver a esta, que estaba en medio de la subida totalmente adormilada. Se ve que aun no había calentado y la pobre estaba apijotada.
ResponderEliminarMuy curioso el vídeo. Nunca las había visto parir así.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en lo último, que se las deje vivir en paz.
Hola David, con todo lo que yo paseo, solo las he visto 4-5 veces, y casi todas en/dentro del agua, lo contrario a lo que nos cuentan.
ResponderEliminarHoal César,
ResponderEliminaryo siempre que las vi (pocas veces) las encontre o en medio de un camino o debajo de una piedra, pero en el agua nunca.
Interesante video, me a servido para demostrar que la viboras paren,muchas veces me lo discutian a mi algunos seudoexpertos, yo las vi varias veces parir.
ResponderEliminaryo tengo 13 años y en el ultimo mes me encontre con esta especie 4 veces y en distintos lugares(me asuste y heche a correr jaja)pero es cierto que son muy hermosas
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