miércoles, 15 de julio de 2009
Muerte en la charca I
Hace dos semanas que no llueve en la campera de la Cubilla y las charcas que antes estaban repletas de agua están ahora prácticamente secas. La mayoría de los renacuajos de Rana temporaria han conseguido desarrollarse lo suficientemente rápido para completar la metamorfosis y librarse de una muerte segura, pero otras especies de anfibios han tenido peor suerte.
Las Ranitas de San Antonio (Hyla arborea) realizaron las puestas casi un mes más tarde que las temporarias y este año, debido a las intensas nevadas del invierno, con casi dos meses de retraso respecto a los años anteriores. En los pequeños encharcamientos que aun resisten, con el agua a una temperatura de más de 30ºC, se amontonan cientos de renacuajos que no han completado la metamorfosis y que si no llueve hoy mismo están condenados a morir deshidratados.
Es mediodía y el sol está dando de pleno sobre la campera. La evaporación es muy rápida y en algunos de los charcos ya no queda ni rastro de agua y sólo permanece algo de humedad en un barro cada vez mas seco. Los renacuajos de Hyla arborea que habían quedado atrapados ya no tienen escapatoria.
Diez minutos más tarde el sol ha dejado a los renacuajos convertidos en pequeñas momias resecas y las moscas y otros insectos necrófagos se han encontrado con un festín inesperado donde comer y poner sus huevos. En la Naturaleza no se desperdicia nada, y la muerte de un organismo suele significar la supervivencia de otros.
En otro de los pequeños pozos, situado a menos de un metro del anterior algunos renacuajos casi han completado la metamorfosis. Sus patas delanteras ya han aparecido y son capaces de respirar el oxígeno atmosférico. Aprovechando sus nuevas facultades, uno de ellos camina y se arrastra con dificultad entre el barro húmedo en busca de otro pequeño charco donde completar su desarrollo. A pesar de estar en un estado muy avanzado aun no tiene la capacidad de sobrevivir a la desecación fuera del agua o de un ambiente muy húmedo. Tiene poco tiempo, quizás menos de 5 minutos para recorrer 30 cm hasta el siguiente charco, una distancia enorme para un animal de menos de 2 cm de largo que se arrastra lentamente. Esta es la diferencia entre la vida y la muerte para un pequeño renacuajo.
Mientras tanto, a su lado, aparece un pequeño metamorfo de Rana temporaria ajeno a los problemas de su pariente. Ya se ha convertido en una pequeña rana en miniatura, capaz de recorrer en dos segundos y con un par de saltos la distancia que para la Hyla era un mundo .
Este ha sido un mal año para la población de Ranitas de San Antonio de la Cubilla. Las condiciones meteorológicas del invierno y dos semanas sin llover han sido suficientes para que el fracaso reproductor haya sido prácticamente total. Las Ranas temporarias han tenido más suerte, pero quizás la temporada que viene ocurra al revés. No lo sabremos hasta entonces.
3 comentarios:
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Hola David, este año ha sido muy raro, yo he encontrado huevos desecados y/o saprolegnia en Bufo bufo, saprolegnia en Pelobates y Rana iberica, huevos afectados por congelacion de Rana temporaria, un desastre..
ResponderEliminarHay varias fotos en mi galeria.
Si que ha sido raro, al menos en Asturies las puestas se retrasaron un montón por las nevadas de invierno y luego les llego el verano de golpe.
ResponderEliminarYo saprolegnia no vi por aqui,al menos por ahora.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
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