Nudo de la autopista "Y" que une Uvieo, Avilés y Xixón
Una vez pasadas las elecciones, el prometido rescate se quedó en pequeñas rebajas que no han evitado que esta autopista siga siendo una de las más caras de España, mientras que la concesión seguirá aun durante muchos años en manos de AUCALSA, que seguirá obteniendo beneficios millonarios año tras año. De eso ya se había encargado don Francisco Alvarez-Cascos cuando era ministro de Fomento, que en el año 2000 aprobó el decreto 392/2000 de 18 de marzo, por el que prorrogaba ésta concesión hasta el año 2050. Pero que no se haya cumplido una promesa electoral es algo a lo que todos estamos acostumbrados y ya nadie se sorprende por ello, lo más increíble es la solución que se ha dado para compensar ese peaje, que es nada menos que desdoblar la actual carretera de Payares para hacer una nueva autopista gratuita, con un coste de 105 millones de euros, sólo para el tramo leones. O sea, a falta de una autopista habrá dos autopistas prácticamente paralelas que saldrán y llegarán al mismo sitio, y que volverán a partir en dos la Cordillera Cantábrica.
Red de autopistas (izquierda) y de alta velocidad (derecha) en España (click para ampliar)
Las grandes infraestructuras, como autopistas y trenes de alta velocidad tienen un impacto muy negativo, no sólo por la destrucción del hábitat que supone la construcción de la caja, el asfaltado o la colocación de vías y catenarias, sino porque suponen barreras casi infranqueables para la fauna, lo que agrava el problema de la fragmentación del hábitat y el aislamiento de las poblaciones.
Que nos quierán convencer de que hacer una nueva autopista es más rentable que suprimir el peaje de una que ya está construida hace casi 20 años es llamarnos idiotas a la cara. Esos mismos políticos que intentan vender fuera de Asturies un Paraíso Natural que en realidad es un monocultivo de eucalipto con parches de asfalto y hormigon, son los que considerán que la construcción de esa nueva autopista la mejor idea posible. Son los mismos políticos que no se sonrojan después de manipular la conferencia de David Attemborough en Xixón hace unos meses presentado un publireportaje demagógico y mentiroso sobre la situación de la naturaleza en Asturies, y que incluso impidieron el debate con el conferenciante para evitar preguntas incómodas.
Parece que últimamente no se puede entender el progreso si no es base de construir autopistas, trenes de alta velocidad y viales y más viales cueste lo que cueste. El daño medioambiental no importa, la gente no se conforma con un acceso rodado a su lugar de residencia, quiere una autopista hasta la puerta de su casa, y después un teleférico que le suba a los picos de las montañas y un funicular que llegue hasta los pueblos más remotos, y aparcamientos en las playas, y escaleras con barandillas para bajar a la arena. Y los políticos responden con más y más hormigón y hasta nos llegan a convencer de que la solución a nuestros problemas es construir una nueva autopista casi encima de una ya existente, aunque cueste 200 millones de euros en plena crisis económica.
Tremenda reflexión compañero. Y lo peor de todo es que nos convencen de que es necesario.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuanto más volumen de dinero se mueva en el país, más "se pierde por el camino". Hay que producir, producir, producir....no importa si hace falta o no. Produzcamos, generemos, saqueemos...
ResponderEliminarLamentablemente, he enumerado verbos del sistema.
Hola:
ResponderEliminarDestruye y enriquécete. Y el que venga detrás, que arree.
Eso sí: Te prohíben el acceso a sitios para ver determinadas especies. Pero luego dejan cazar dentro de esos mismos sitios "sensibles", o hacer rutas de montaña a lugares donde se reproducen especies emblemáticas. Cazadores y turistas: Dinero, dinero y más dinero. Todos sabemos donde sucede.
Nacho.
La deriva de les sociedades capitalistes ye una espiral de llocura. Págalo la naturaleza, pero tamién la nuestra salú física y mental. La única solución razonable p'acabar con esa espiral suicida ye'l DECRECIMIENTU. Esa ye la revolución pendiente. O una d'elles.
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