Hace un par de años comentaba en este mismo blog, cómo el
FAPAS (Fondo para la Protección de los Animales Salvajes) por boca de su presidente, el Sr. Hartasánchez,
trataba de justificar su apoyo a las plantaciones de eucaliptos empleando para ello unos argumentos tan absurdos que harían sonrojarse a cualquier persona con dos dedos de frente. Según el presidente de este Fondo, que presume de
obviar los criterios científicos a la hora de emprender sus actuaciones, los eucaliptos podían ser de gran importancia "para osos y urogallos al proporcionarles alimento". Según su teoría (acientífica, por supuesto, como a él le gusta), los eucaliptos al florecer en invierno alimentarían a las abejas ya que por esas fechas, las plantas autóctonas no florecen, de esa forma habría más miel, y las abejas estarían más sanas a la siguiente primavera y listas para polinizar millones de árboles (lo cierto es que en invierno tampoco vuelan las abejas, ya que en esos meses se refugian en sus colmenas y se alimentan de la miel y el polen acumulados durante los otros meses del año). Esta es una prueba más de cómo esta asociación justifica el apoyo dado a una empresa como ENCE, contaminante como pocas y que está convirtiendo los montes asturianos y de prácticamente todo el norte de la Península en un erial, mientras nos siguen vendiendo
la patraña del paraíso natural. Todo sea por la pasta (de papel en este caso).
Pues si el apoyo a ENCE no hubiera sido lo suficientemente bochornoso, ahora al FAPAS cambia la pasta de papel por el oro, que es mucho más tentador y ha firmado un
convenio de colaboración con la empresa ASTURGOLD, para asesorarlos en materia ambiental, por supuesto sin criterios científicos, faltaría más. Esta empresa pretende abrir una mina en la localidad de Salave (Tapia, Asturies), con la promesa de crear cientos de puestos de trabajo a costa de convertir esta parte del litoral occidental de Asturies en un vertedero. Estas promesas de trabajo, en unos tiempos como los que vivimos ahora, ha provocado un
cambio de opinión por parte de los vecinos,
antes contrarios a la mina y
ahora divididos, aunque las encuestas que hablaban de ese cambio de opinión se basaban en unas encuestras realizadas por la propia empresa, lo que parece un poco sospechoso. La mina de oro también ha ocasionado
luchas de poder en el consistorio tapiego que han acabado con el alcalde expulsado "
por enemistad manifiesta" con la empresa ASTURGOLD.
Pero un proyecto como el de Salave, que ha recibido
numerosas críticas por el elevado coste medioambiental que supondría, necesitaba de una asociación "ecologista" para que le diera un barniz conservacionista, como ellos mismos tratan de enseñarnos
al abrir su página web, en la que ilustran bonitos paisajes con frases relacionadas con la conservación del medio ambiente. Y la mejor opción la encontraron en el FAPAS, que con un importante volumen de socios, es una asociación conocida a nivel nacional e internacional y su apoyo al proyecto les resutaría muy beneficioso para pasar el filtro del estudio de impacto ambiental.
Pero la importante inyección económica que recibirá el FAPAS por su convenio de colaboración con la empresa minera debe estar justificada de alguna forma. Y al FAPAS se le ha ocurrido (sin criterios cientificos, faltaría más) "crear 'nichos ecológicos',
destinados a potenciar la preservación y recuperación de especies, así
como la creación de manchas vegetales que favorezcan la biodiversidad y
minimicen cualquier afección visual de instalaciones". Un 'nicho ecológico' no es un lugar físico ni un objeto y por lo tanto no se puede crear, un nicho ecológico se podría definir como el papel que desempeña y la posición que ocupa una especie dentro del ecosistema en el que habita, el lugar físico es el hábitat. Un nicho ecológico, como nos enseñaron en la facultad, es un hipervolumen de n dimensiones en el que una especie puede mantener una población viable (alguna de esas dimensiones puede ser por ejemplo la temperatura, la humedad, la velocidad de la corriente en el caso de un pez de un río, el lugar de anidamiento para un ave, los nutrientes para una planta, etc.).
Por lo tanto, la idea del FAPAS para justificar el dinero que recibirán, aparte de ser una patraña sin fundamento científico (lo que entra dentro de la filosofía de esta asociación) es una estupidez que servirá para lavar la cara a la mina de oro. También entra en su compromiso crear manchas vegetales que minimicen el impacto visual (que la mierda quede dentro y no se vea). Supongo que esas machas vegetales estarán formadas por eucaliptos y así puede que reciban una nueva inyección monetaria de ENCE.