lunes, 9 de julio de 2012
La mosca que quiso ser una abeja
Nuestro mundo está lleno de imitadores y hay muchos organismos que copian el diseño de otros con el fin de apropiarse de algunas de sus ventajas. Una de las imitaciones que más se observan en la naturaleza es la de los animales inofensivo que adoptan el aspecto de otros animales peligrosos para de esta forma causar una reacción de temor entre los posibles depredadores. Curiosamente, este tipo de imitaciones ha evolucionado de manera independiente en prácticamente todos los grupos de animales, desde insectos hasta mamíferos, lo que es una prueba de que es una estrategia que funciona. A este tipo de imitación se la conoce como "mimetismo batesiano".
Imaginemos una especie de insecto que fuera capaz de defenderse de sus depredadores clavándoles su aguijón, por ejemplo una avispa. Quizás un pájaro inexperto que nunca hubiera visto una avispa trataría de comérsela, pero en esa caso, el pájaro tendría muchas posibilidades de recibir un aguijonazo. A partir de ese momento el pájaro relacionaría el dolor causado por la picadura con el aspecto de la avispa y en futuras ocasiones evitaría comérsela. Pero esta respuesta sólo sería posible si la avispa se vistiera con un traje imposible de olvidar, como un diseño de rayas amarillas y negras. Curiosamente este diseño de alerta también se repite en muchos grupos de animales y siempre con el mismo significado.
Pero disponer de un aguijón especializado y destinar parte de sus recursos en la producción de veneno tiene un coste, ya que esos recursos se podrían dedicar a otros menesteres, por ejemplo a acumular reservas.
Pues algunos animales han imitado el aspecto de estos animales "peligrosos" pero bajo el disfraz sigue escondiéndose un animal inofensivo. Un ejemplo es la mosca de la fotografía, que podría pasar por una abeja si no nos fijamos bien, y por lo tanto, un depredador potencial, en caso de duda preferiría dejarla a un lado "por si acaso".
6 comentarios:
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Demasiados imitadores tenemos ya...en nuestra sociedad.
ResponderEliminarPero recuerdo con nostalgia uno de mis primeros macros de éxito...allá por el 199... i fué precisamente una mosca cernidora, pero de las dque tienen los ojos como un tigre, amarillos y negros.
Te defiendes bien con el macro, eh??
Un abrazo!
Hola Pere, lo bueno del macro es que puedes hacer fotos en cualquier sitio, incluso dentro de casa. Al final, para mi lo más importante en el macro es echarle paciencia.
Eliminarun abrazo
Interesante entrada y excelente macro. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Jose, un abrazo
EliminarUn buen post, me ha gustado.
ResponderEliminarUna pregunta: hace un tiempo lei que en Asturias podía quedar una población de lince boreal, ¿qué opinas?
Un saludo
Hola Berto, pues es cierto que de vez en cuando sale el tema, y no dudo que hace tiempo (y hablo de cien años o mas) pudiera quedar alguno, pero ahora me extrañaría mucho. A mi el tema del lince en Asturies me suena a las historias del yeti o de las apariciones marianas, que de vez en cuando alguien dice verlas, pero con la cantidad de gente que va al monte y con lo humanizado que está, es raro que nadie le haya sacado una foto, o peor aun y viendo el tipo de gente que somos, que nadie le haya pegado un tiro.
ResponderEliminarTambién es posible la confusión con otras especies como gatos monteses, perros o incluso lobos.
Yo por ahora prefiero ser escéptico con el tema hasta que no tenga pruebas.
un saludo