martes, 30 de octubre de 2012

Caída de migrantes

La caída de migrantes es una expresión que se suele utilizar en ornitología para describir el fenómeno de la llegada repentina de pequeños paseriformes que concentran por cientos o miles en algunas zonas costeras y a veces en algunos puntos del interior. Como explica perfectamente Jorge Valella en su blog, las aves esperan en sus lugares de origen a que las condiciones meteorológicas sean las apropiadas para comenzar su viaje hacia los cuarteles de invierno, pero si al llegar a la costa después de su travesía marina, esas condiciones son adversas, las aves se ven obligadas a posarse y esperar a una mejoría para continuar el viaje.

Petirrojo recién llegado en la rasa del Cabu Peñes

Los pequeños paseriformes que nidifican en las islas británicas o que hacen escala en ellas en su camino hacia el sur, deben afrontar un periplo de más de 700 kilómetros sobre la mar, sin poder parar a descansar o a comer por el camino. Su único equipaje son las reservas grasas que acumularon durante las semanas previas y que consumirán casi en su totalidad para proporcionar energía a sus músculos. Debido a esto, cualquier problema durante el viaje que implique un gasto extra puede significar la muerte para muchos de ellos.

Petirrojo buscando alimento en el suelo

La pasada semana, sobre todo el 24 de octubre, tuvo lugar una espectacular caída de migrantes por toda la costa asturiana (y seguramente por casi todo el Cantábrico). Miles de petirrojos, mosquiteros, pinzones y otras muchas especies de pequeños paseriformes, se concentraron en la rasa costera, refugiándose de la borrasca y buscando alimento para recuperar fuerzas. La especie más abundante fue el petirrojo, llegando a contarse concentraciones de varios cientos de ejemplares. Algunos de ellos llegaban tan agotados que apenas se movían ni se asustaban y se limitaban a esconderse sin demasiado éxito entre la vegetación.

Hembra de pinzón común descansado en un barco en alta mar durante la migración..

Cuando las condiciones mejoran y después de recuperar fuerzas, muchas de estas pequeñas aves se dispersan por las proximidades, mezclándose con las aves residentes, mientras que otras aun deberán continuarán su viaje hacia el sur hasta llegar a los lugares definitivos donde pasaran el invierno.

Aunque menos mediáticas que las largas migraciones de las grullas o de las rapaces planeadoras, las migraciones de estos paseriformes, que llegan a perder más de la mitad de su peso en unos pocos días y que además se tienen que enfrentar a multitud de depredadores durante el viaje, son en mi opinión mucho más espectaculares. Que un ave como un mosquitero común, con 8 gramos de peso, sea capaz de cruzar todo el golfo de Bizkaia sin detenerse es algo que todavía me sigue dejando boquiabierto.

viernes, 26 de octubre de 2012

Las otras setas de los pinares

Cuando hablamos de setas y pinares, normalmente nos vienen a la cabeza los níscalos (Lactarius deliciosus), unas de las setas más apreciadas por su valor culinario. Pero además de níscalos, en el suelo de los pinares se pueden encontrar otras muchas especies de setas, que aunque no sean apreciadas por su sabor, cumplen un importante papel en el ecosistema como descomponedoras de la materia orgánica. El pasado fin de semana, en un paseo por un pinar costero en el concejo de Cuideiru, me encontré con algunas de ellas.


Una de las más abundantes entre las que me vi era la Mycena seynii, que suele recibir el nombre de seta de las piñas por razones bastante obvias.


Se trata de una seta de tamaño pequeño o mediano que crece entre las brácteas de las piñas, una vez que estas están en el suelo y se abren. El sombrero, aunque es acampanado al principio, se va aplanando a medida que crece, aunque nunca llega a ser completamente plano. La cutícula es de color pardo grisaceo, aunque a veces puede presentar tonos rojizos.


Otra especie frecuente en los pinares y que pertenece al mismo género que la anterior es la Mycena capillaripes, una seta de pequeño tamaño que suele presentarse en grupos, en ocasiones muy numerosos. Esta especie fructifica sobre las acículas de las coníferas, en este caso sobre las de Pinus pinaster.

Aparte de estas dos especies, que prácticamente aparecían por todos lados, me encontré con dos setas solitarias que crecían también entre las acículas de los pinos.


La primera era una seta pequeña de color anaranjado, que por su aspecto me pareció un falso rebozuelo (Hygrophoropsis auracanta). Curiosamente el año pasado me había encontrado en este mismo sitio con una corra de rebozuelos "auténticos" (Cantharelus cibarius), y tenía esperanzas de encontrarlos en esta visita, pero no había ni rastro, probablemente porque alguien se me habría adelantado.


La otra especie que me encontré, también una seta solitaria, era la que tenéis aquí arriba, que me parece que pertenece al género Russula, aunque no estoy seguro.

Yo no soy ningún experto en setas y salvo unas pocas especies fáciles, no me arriesgo a coger ninguna para llevármela a la mesa, así que la mayoría de las veces me limito a fotografiarlas. No sería raro que hubiera metido la pata con la identificación, así que si alguno de vosotros me echa una mano se lo agradecería.

NOTA: como siempre, haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Salamandras urbanas en "Quercus"


En el número de noviembre de la revista Quercus sale un artículo que he escrito sobre la población de Salamandra común (Salamandra salamandra) que llevaba estudiando desde los últimos cuatro años. Como ya he comentado varias veces en este blog, se trata de una población muy curiosa, aislada entre el asfalto y el tráfico de la ciudad, lo que dificulta su dispersión. Por otra parte, el hábitat urbano también le aporta ciertos beneficios, como una temperatura más suave y sobre todo una menor presencia de depredadores.


Probablemente esta ausencia de depredadores haya contribuido a que la mortalidad sea más baja que en otras poblaciones que viven fuera de la ciudad y a que en la pequeña parcela de estudio, de tan sólo 250 metros cuadrados, haya una densidad superior a 1 ejemplar por metro cuadrado. Una de las características de estas salamandras urbanas es su modo de reproducción, ya que son vivíparas y en cada parto nacen unas pocas crías perfectamente desarrolladas, que no necesitan pasar por una fase acuática, lo que es especialmente importante en un lugar en el que no hay masas de agua permanente.

En el artículo explico con más detalle la metodología que empleamos en el estudio y parte de los resultados obtenidos.

Álvarez, D. (2012) Las salamandras de la ciudad de Oviedo: una vida entre el asfalto. Quercus 321: 26-32.

lunes, 22 de octubre de 2012

Robando la comida del prójimo

Conseguir alimento no es una tarea fácil, sobre todo si ese alimento es escaso o se encuentra desigualmente repartido, por lo que los animales suelen dedicar una parte sustancial de su tiempo a buscar comida. De todas formas, para algunas especies puede resultar más cómodo robar lo que otros han conseguido antes.

Págalo grande (Catharacta skua) persiguiendo a una pardela capirotada

A este comportamiento se le denomina cleptoparasitismo y entre las aves marinas hay varias especies que completan parte de su dieta de esta manera. El éxito del cleptoparasitismo depende de varios factores, que incluyen las diferencias competitivas entre ladrones y víctimas, y también la distribución espacial de la presas y de las víctimas.

Mientras que en el trópico, las fragatas o rabihorcados son los piratas por excelencia, en nuestras latitudes ese rol es desempeñado por los págalos, que aunque nidifican en el norte de Europa emigran por nuestras costas y algunos ejemplares pasan todo el invierno entre nosotros. De las cuatro especies que se pueden ver en el Cantábrico, el Págalo grande es el más común y el más corpulento de todos ellos, mientras que los págalos parásitos, pomarinos y raberos son más ligeros y ágiles.


La estrategia de los págalos consiste en perseguir y molestar a otras aves marinas, como charranes, pardelas o gaviotas hasta que hartas del acoso acaban regurgitando el alimento conseguido que es rápidamente consumido por ellos.

Págalo pomarino (Stercorarius pomarinus) pescando

De todas formas, los págalos son perfectamente capaces de conseguir el alimento por si mismos, ya sea pescando o depredando sobre otras aves o mamíferos, sólo que si el alimento escasea les resulta más cómodo robarlo que buscarlo. Se pude decir por tanto que son cleptoparásitos ocasionales. Pero otras especies de aves marinas han llegado a depender tanto del robo que han modificado su anatomía para realizar rápidas maniobras de persecución en el aire y como consecuencia han perdido su habilidad para pescar. Este es el caso de las fragatas, de las que he hablado anteriormente, que no tienen el plumaje impermeabilizado por lo que sólo pueden coger la comida que flota en la superficie y dependen casi exclusivamente de la piratería para sobrevivir, por lo tanto se pueden considerar como cleptoparásitos obligados o casi obligados.


Pero entre las aves marinas, las especies más versátiles son las gaviotas, que son capaces de pescar, de depredar sobre otras aves o mamíferos, de alimentarse de descartes pesqueros, y por supuesto de cleptoparasitar a otras especies. Y una de las especies que es cleptoparasitada por las gaviotas es el hombre, no solo robándole los bocadillos o los helados de sus propias manos, sino que algunos ejemplares, llegan incluso a entrar en los supermercados a robar, como la famosa gaviota argentea de Aberdeen (Escocia) que sentía especial predilección por los Doritos.



Curiosamente y a pesar de que tenía otro tipo de comida a su alcance, siempre eligió los Doritos de queso llegando a robar más de 20 bolsas en unas pocas semanas.

NOTA: como siempre, haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Contaminar a precio de mercado: la compra de CO2


El 11 de diciembre de 1997, en la ciudad de Kioto, los países industrializados se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, fundamentalmente de CO2. Finalmente, el llamado Protocolo de Kioto entró en vigor tras la ratificación de Rusia en noviembre de 2004. Este protocolo excluía a países emergentes como China e India, que actualmente son dos de los países que producen más emisiones, lo que no agradó a los Estados Unidos (que consume el 25% de toda la energía fósil del mundo), que se retiró del tratado en 2001 al considerar que existía un agravio comparativo hacia ellos.

Los países firmantes de este protocolo deberían reducir sus emisiones durante los años venideros y si no lo hacían tendrían pagar unas multas considerables. Esta imposición de sanciones ha servido para que algunos países, como Canadá, abandonaran Kioto para librarse de pagarlas. ¿Y que pasa con el resto de países? ¿Han reducido sus emisiones? Pues aquí entra la trampa.

Una de las conclusiones de este tratado era que se asignaba una cuota de emisiones de CO2 a todos los países, incluso a aquellos que no tenían posibilidad de contaminar porque no tenían industrias contaminantes o porque habían cerrado gran parte de las mismas. Por lo tanto, un país como España, que a pesar de firmar el protocolo de Kioto no ha reducido sus emisiones sino que por el contrario las ha incrementado, tiene la posibilidad de cumplir el acuerdo comprando los derechos de emisiones de esos países. Por otra parte, si una determinada empresa reduce sus emisiones respecto a la cuota que tiene asignada, puede vender esa cuota sobrante a otra empresa que emita más CO2 que el previsto. La conclusión es que España ha asignado 420 millones de euros a la compra de derechos de emisión ya que sólo en el año 2010 ha rebasado en un 22% sus emisiones respecto a lo que había firmado.

Pero ¿quién fija el precio de esas emisiones? Pues el precio por tonelada de CO2 lo fijan los mercados, o sea, que los derechos de emisión cotizan en bolsa y además de los países, los inversores privados pueden comprar y vender derechos de emisión a través del "Sistema electrónico de negociación de derechos de emisión de dióxido de carbono" (SENDECO). La conclusión es que, como era esperable, el mercado de compraventa de CO2 está en su mayoría en manos de especuladores, que han llegado a copar el 80% de todas las transacciones. Curiosamente, este mercado del CO2 ha significado que mientras las empresas contaminantes han ganado 1300 millones de euros desde el año 2008 por los derechos de emisión, el estado español ha pagado 770 millones en comprar derechos a otros países y aun gastará 500 millones más antes de que acabe este año. Solo hace falta hacer una suma para darse cuenta de que el estado, o sea, todos nosotros, pagaremos los beneficios de esas empresas.

Cómo ganar mucho dinero en tiempos de crisis a costa de CO2


España esta siendo uno de los países más afectados por la actual crisis económica. Algunas empresas, como por ejemplo las cementeras han bajado enormemente su producción al pincharse la burbuja inmobiliaria. Otras como las acereras han cerrado varios altos hornos debido a la caída en la demanda. Esa caída en la actividad empresarial, que ha supuesto el despido de miles de trabajadores, ha significado también una reducción en las emisiones de CO2, que paradójicamente han supuesto para esas empresas la obtención de beneficios millonarios por la venta de los derechos de emisión no utilizados. Bajo esta perspectiva economicista, podríamos entender que una empresa como Arcelor-Mittal, que tiene plantas repartidas por todo el mundo, baje salarios, cierre algún alto horno y despida a parte del personal pero mantenga parte de su producción para así conseguir más beneficios que si cerrara definitivamente.



Ante este panorama no parece que la estrategia de venta de emisiones de CO2 haya contribuido a una reducción de dichas emisiones y por consiguiente a paliar los efectos de esos gases de efecto invernadero sobre el cambio climático. Mas bien parece que ha resultado una jugada magistral para que al final, las empresas y los especuladores ganen ingentes cantidades de dinero que todos nosotros pagaremos con nuestros impuestos mientras las emisiones siguen aumentando año tras año.

lunes, 15 de octubre de 2012

El mes de las pardelas

Durante el último mes se han observado grandes concentraciones de pardelas en todo el Cantábrico, desde Euskadi hasta Galicia. En esta época del año, estas aves se encuentran en plena migración, que en el caso de algunas especies, como la Pardela sombría (Puffinus griseus) o la Pardela capirotada (Puffinus gravis), las llevará hasta unas pocas islas remotas del hemisferio sur para nidificar, donde se concentra toda su población reproductora. Otras especies, como las Pardelas cenicientas o las baleares, se reproducen más cerca de nosotros y al contrario que las otras dos especies, se encuentran ahora en migración postreproductora, una vez que los pollos ya han abandonado los nidos hace unos pocos meses.

Balsa  mixta de pardelas muy cerca de la costa de Ribesella (Asturies)

Pardelas cenicientas

Pardelas sombrías y capirotadas 

Estos días, la presencia de concentraciones de peces pequeños, como sardinas y bocartes, en algunas ocasiones a escasas millas de la costa, ha hecho que se sea fácil encontrar grandes grupos de estos procelariformes moviéndose en busca de esas bolas de pescado y en en ocasiones llegan a formar balsas de cientos de ejemplares sobre la superficie de la mar.

Los dos últimos sábados pude salir a la mar, ya que las condiciones meteorológicas eran buenas y aunque el pasado sábado había un par de metros de mar de fondo, la ausencia casi total de viento permitió que la navegación fuera muy agradable. En los dos días, las pardelas sobre todo capirotadas, sombrías y cenicientas, fue muy abundante y sólo hacía falta mirar al horizonte en busca de los grupos de aves que se alimentaban para poder llegar hasta ellas.

Pardela capirotada (Puffinus gravis)




Pardela sombría (Puffinus griseus)




Pardela cenicienta (Calonectris diomedea




Aparte de estas tres especies de pardelas, que resultaron las más abundantes, otras especies, como las Pardelas baleares (P. mauretanicus) y las Pardelas pichonetas (P. puffinus) también aparecieron, aunque en un número mucho más escaso.

Ayer mismo ha entrado un frente que ha dejado fuertes vientos y lluvia en el Cantábrico, y que ha provocado untemporal en la mar con olas de mas de tres metros y a finales de esta semana, un nuevo frente provocará fuertes marejadas con olas incluso mayores. Es muy probable que estas condiciones meteorológicas hagan que estos grandes grupos de pardelas se dispersen para continuar su migración hacia el sur, por lo que los próximos días serán especialmente interesantes para observar el paso de estas aves desde los cabos.

NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño

jueves, 11 de octubre de 2012

Mas datos sobre la ineficacia de las repoblaciones de salmón


Como ya he comentado varias veces en este blog, las repoblaciones de salmónidos con el objeto de reforzar las poblaciones salvajes han resultado un fracaso, ya que la mortalidad de los juveniles soltados es muy elevada debido sobre todo a las condiciones de domesticación a las que están sometidos durante la crianza, que dificultan su adaptación a las condiciones salvajes. Por otra parte, la captura de individuos salvajes para usarlos como reproductores tiene un efecto muy negativo sobre las poblaciones.

Recientemente, se han hecho públicos los datos de retorno de salmones al río Urumea (Guipuzkoa), un río en el que la especie prácticamente se había extinguido y en el que se han aplicado desde hace años intensivas campañas de repoblación. Y los datos no dejan lugar a dudas, de los 187 salmones adultos que se registraron en la estación de captura, el 82% eran salmones salvajes y sólo el 18% procedían de repoblaciones. Lo más curioso es que esos animales salvajes procedían de poblaciones cercanas, sobre todo de Galicia y de Cantabria, lo que indica claramente que los salmones, en ausencia de obstáculos que se lo impidan, son capaces de recolonizar los cauces sin ninguna ayuda del ser humano.

Este mismo hecho ocurríó en el río Trubia, un afluente del Río Nalón, en el que durante muchos años no hubo salmones debido a la contaminación y a la presencia de presas insalvables. Fue suficiente con limpiar el río y construir una escala en la presa del Furacón para que en el año 2002 se confirmaran los primeros desoves naturales en un río que nunca se había repoblado. Y esto no ocurre sólo en la Península Ibérica, en el río Támesis, donde también se realizaron importantes campañas de repoblación de salmones, la mayoría de los salmones que retornaron al río después de que este hubiera recuperado su calidad ecológica, no provenían de las repoblaciones, sino de ejemplares salvajes procedentes de ríos del sur de Inglaterra.

A pesar de todas estas evidencias, las repoblaciones de salmón siguen siendo para la Administración la piedra angular de sus políticas de recuperación, mientras que los verdaderos problemas para la especie, como el lamentable estado de la mayoría de los cauces, la presencia de obstáculos insalvables, la destrucción de los bosques de ribera y de los frezaderos, los vertidos incontrolados, el furtivismo y sobrepesca, siguen estando presentes y nadie se atreve a hacerles frente.

El año pasado, comentaba cómo se había instalado una reja en la escala del Furacón que tenía por objeto capturar a todos los salmones que remontaban el río Nalón para desovarlos artificialmente en la piscifactoría. Entonces atribuí ese despropósito a la política salvaje que había emprendido el anterior presidente del ejecutivo, el señor Álvarez-Cascos, con una ley que eliminaba todas las restricciones a la pesca y que prometía incrementar exponencialmente el número de repoblaciones.

Ya han pasado varios meses desde entonces y se ha producido un cambio en el gobierno regional y curiosamente, el partido que antes criticaba las decisiones del anterior ejecutivo en materia de pesca y que ahora está en el gobierno, sigue manteniendo las mismas políticas en cuanto a las repoblaciones. Y no sólo eso, sino que este año, la trampa de salmones de la escala del Furacón se ha instalado un mes antes que el año pasado, para de esta forma conseguir que ni un sólo salmón salvaje llegue a los tramos altos del Nalón.

Parece evidente que independientemente del partido que esté en el gobierno, nada cambia. No importan los informes científicos ni incluso los datos objetivos que confirman la ineficacia de estas políticas de gestión. Lo único que importa es soltar peces al río, aunque se mueran el 95% de ellos, aunque se incrementen los problemas de deriva génica, aunque sencillamente no sirvan para nada mas que para agravar los problemas existentes. Conviene tener en cuenta que sólo las asociaciones de pescadores que dispongan de una piscifactoria "con capacidad de producción anual de alevines de trucha y salmón superior a 75.000 ejemplares" pueden ser sociedades colaboradoras y de esa forma participar en los consejos de pesca y de esa forma presionar a la administración para que haga las leyes a su medida.

¿A quién le interesa mantener las repoblaciones aunque sean negativas para la especie? Cada uno que saque sus propias conclusiones

lunes, 8 de octubre de 2012

Tiburones en el Cantábrico

Tintorera grabada en el Cañón de Llastres, a unas 7 millas de costa

Los tiburones son probablemente unos de los animales marinos con peor prensa, aunque realmente la gran mayoría son completamente inofensivos para el ser humano. Lo cierto es que los tiburones tienen que temer más a nuestra especie que nosotros a ellos, ya que debido a nuestras actividades, la mayoría de las especies se encuentran en peligro. En algunos países se matan millones de ejemplares sólo para cortarles las aletas que se usan para hacer sopa, y en eso, España tiene mucho que ver, ya que nuestro país exporta el 95% de las aletas de tiburón de toda la Unión Europea. Según un informe hecho público por la asociación Oceana, España encabeza la lista mundial de las exportaciones de aletas de tiburón hacia Hong Kong, con 2646 Tm de aletas (secadas + congeladas), y teniendo en cuenta el reducido peso relativo de las aletas frente al total del peso del tiburón del que proceden, las capturas de tiburones es probable que superen las 50.000 Tm.

En el Cantábrico se pueden encontrar varias especies de tiburones, aunque muchos pasan desapercibidos al habitar aguas profundas. La Tintorera (Prionace glauca), o canía como se la conoce en Asturias, es una especie de hábitos pelágicos a la que le gustan las aguas abiertas, aunque también puede acercarse a la costa a alimentarse. Los mayores ejemplares pueden alcanzar los 3 metros de longitud aunque no suele ser frecuente encontrar animales tan grandes. Se alimenta principalmente de peces y eso fue lo que atrajo a una de ellas hacia nosotros el pasado sábado, cuando salimos al cañón de Llastres a observar aves marinas.


Como en otras ocasiones, dejamos flotando en el agua un bloque de pescado congelado para atraer a las aves que durante estos días se encuentran en plena migración por nuestras aguas. Al cabo de un rato, cuando nos volvimos a acercar al cebo observamos unas salpicaduras que indicaban que "algo", y no precisamente un ave marina, estaba dando buena cuenta de nuestro aperitivo. No tardamos en ver las aletas que delataban al comensal. Sin pensárselo dos veces, mi amigo Manolo se lanzó al agua y agarrando con una mano la cámara GoPro (que cada día me sorprende más por la calidad de imágenes que graba), se fue acercando hacia donde se encontraba. Tal como se puede ver en el vídeo que os cuelgo a continuación, la curiosidad era mutua, ya que la tintorera, de aproximadamente metro y medio de longitud, se acercó tanto que Manolo tuvo que darle un golpe en el morro para alejarla.



El comportamiento de aproximación de los escualos es algo frecuente, ya que antes de atacar a una posible presa deben asegurarse de que es comestible y que no representa un peligro. En este caso, es evidente que parecía más interesada en el pescado que en la carne de buceador.

Después de ver estas imágenes y de disfrutar de la impresionante belleza de esta tintorera, resulta aun más incomprensible que unas criaturas que llevan nadando por los océanos desde hace más de 350 millones de años estén al borde de la extinción por culpa de la codicia y la estupidez del ser humano.

NOTA: el vídeo está grabado en alta definición, así que si queréis verlo a mayor calidad sólo tenéis que darle al play y luego pinchar en la rosca para subir la resolución (aunque tardará más tiempo en cargar). Para verlo a pantalla completa haced click en los corchetes de la izquierda de la barra inferior (Full screen).

jueves, 4 de octubre de 2012

El otoño que nos robaron

Cerezo otoñal en Valdeón

Como comentaba en una entrada anterior, para mi no hay ninguna estación más bonita que el otoño. El acortamiento de las horas de luz es el desencadenante para que muchas especies de árboles dejen de hacer la fotosíntesis, lo que tiene como consecuencia la desaparición de la clorofila de las hojas y el desvanecimiento del color verde. En su lugar empiezan a verse colores amarillos y naranjas (que se originan por otros pigmentos como los carotenos), que aunque ya estaban presentes anteriormente, estaban enmascarados por la clorofila. Además, algunos árboles, como los arces y los cerezos, producen un nuevo pigmento con la llegada del otoño, la antocianina, a partir de la degradación de la glucosa que hay en sus hojas y que da lugar unos colores rojos brillantes característicos.

Todo este proceso es gradual y no ocurre a la vez en todas las especies de árboles, por lo que en los bosques mixtos característicos de la cordillera cantábrica, durante unos pocos meses se forma un mosaico de colores que da a los bosques un aspecto impresionante. Hasta hace poco más de 50 años, este espectáculo otoñal tenía lugar en toda nuestra geografía, desde la mar hasta la montaña, comenzando primero en las zonas altas y terminando en la costa, donde las temperaturas más suaves retrasaban este proceso.

Desgraciadamente, las plantaciones de eucaliptos que cubren toda la franja costera, desde Euskadi hasta Galicia, han convertido las zonas bajas en un lienzo uniforme de color verde que no cambia con el paso de las estaciones. Da lo mismo que sea invierno, que verano, que otoño o primavera.

Hasta ahora, las zonas situadas por encima de los 500 metros se habían librado de esta plaga debido a la intolerancia del Eucaliptus globulus a las bajas temperaturas, pero tras la legalización de las plantaciones de Eucaliptus nitens en Asturies, mucho más resistente a las heladas, estas plantaciones ya no tendrán impedimentos ecológicos para extenderse por todo el gradiente altitudinal. Mientras tanto, las empresas papeleras como ENCE se frotan las manos y algunas asociaciones "ecologistas" como el FAPAS, defienden estos monocultivos a cambio de suculentas subvenciones pagadas por esa misma empresa.

Cada vez tenemos que ir más lejos y subir más alto para disfrutar del otoño que ya nos robaron, pero no tienen bastante y nos quieren robar lo poco que nos queda.

martes, 2 de octubre de 2012

Nubes de colores después de ponerse el sol


La reacción más normal cuando queremos fotografíar un atardecer o simplemente disfrutar de ese momento, es la de quedarnos mirando justo hacia el lugar donde el sol se pone, olvidándonos completamente de echar un vistazo a lo que nos queda a la espalda. También suele ser habitual que después de la espera, nada más que el sol desaparece "bajo la mar" o por detrás de las montañas, recojamos nuestros bártulos, nos levantemos y nos marchemos, porque empezamos a tener frío y pensamos que no habrá nada más interesante que lo que ya hemos visto.

Pues lo cierto es que si hacemos cualquiera de las dos cosas estaremos perdiéndonos gran parte del espectáculo, ya que si tenemos un poco de paciencia y esperamos unos minutos tras la puesta del sol, podremos ver como las nubes altas se empiezan a teñir de color y cómo debido a la propia esfericidad de la Tierra, esos colores cálidos empiezan a pintar el cielo hasta alcanzar las nubes situadas justo a nuestra espalda, en el lado opuesto al lugar donde el sol se puso. Además, al no tener el sol de frente, el contraste será mucho menor.

La foto que ilustra esta entrada, la hice por casualidad en el pueblo de Bayas, cuando pensaba bajar a la playa se me hizo tarde y el sol ya se había puesto. A media bajada, me di la vuelta y mientras iba dándole vueltas a la cabeza, arrepintiéndome por no haber salido media hora antes, el cielo cambió de aspecto de repente y durante poco más de cinco minutos, el tiempo justo para montar el trípode y buscar un encuadre que me gustara, me alegré de no haber llegado a tiempo a la playa.

NOTA: haced click en la imagen para ampliarla.

lunes, 1 de octubre de 2012

Ya llegó el otoño


Ya se ha terminado el verano, que este año ha sido especialmente seco y caluroso. Ha entrado el otoño, personalmente la estación del año que más me gusta; la berrea del ciervo ya ha empezado hace varias semanas, aunque se está retrasando por la ausencia de lluvias. Los árboles cambian de color muy rápido y los verdes, los rojos y los ocres llenan los montes.

Es tiempo de salir al campo y disfrutar de estos días y como el rebeco de la foto, mirar al infinito y dejar la mente en blanco por unos minutos.

NOTA: como siempre, haced click en la foto para ampliarla.