El pasado sábado nos embarcamos de Xixón para hacer una salida pelágica. La intención era llegar hasta el cantil, en el borde de la plataforma continental, para ver aves marinas y si había suerte algún cetáceo. No se trata de una ciencia exacta y nunca se sabe que nos puede deparar una de estas salidas. Hay veces en las que navegas durante horas y no aparece ni rastro de vida, como si la mar estuviera desierta y otras en las que la suerte nos acompaña y nos cruzamos en nuestro camino con miles de aves y mamíferos marinos.
De todas formas, los flujos de migración se pueden predecir si conocemos unas nociones básicas de meteorología y del comportamiento de los animales (os recomiendo visitar
el blog de Jorge Valella con el que al menos yo, he aprendido mucho de estos temas). Pero además de poder prever con cierta antelación si habrá movimiento, no debemos olvidar que para ir al encuentro de estos animales debemos salir en un barco y por lo tanto, las condiciones de la mar deben ser las adecuadas para poder navegar. De poco nos servirá tener una buena previsión si la mar está tan picada que no podemos salir.
Págalo pomarino (Stercorarius pomarinus)
Y por último, si además de observar aves queremos fotografiarlas, las cosas se complican aún más por razones obvias. El barco en el que estamos se mueve, los animales también se mueven (y muy rápido), las condiciones de luz cambian continuamente y hay veces en que parece que tienden a colocarse frente al sol o en alguno de los muchos ángulos muertos que nos quedan a nuestro alrededor. Y para complicarlo aun más, los barcos no son superficies lisas y limpias, están llenos de cables, cuerdas, mástiles y otros objetos, que se cruzan continuamente entre nuestra cámara y nuestro modelo. Resumiendo, que la mayoría de las fotos que saquemos estarán movidas, desenfocadas, desencuadradas o con un objeto no identificado (volante o no) cruzando la foto. Pero algunas veces, la suerte se pone de nuestro lado y parece que todo cuadra y hay algunas veces, muy pocas, que nos sale alguna como las habíamos imaginado.
Alcatraz joven preparándose para hacer un picado
Por otra parte, al menos en mi caso, me gustan que las fotos de animales tengan vida y acción. Aunque no puedo decir que no me gustan los retratos, me interesan más aquellas fotos que muestran algún tipo de comportamiento particular: una acción de caza, un cortejo, o una interacción entre dos especies. El pasado sábado, después de llegar a unas 20 millas de la costa aparecieron gran cantidad de aves marinas, además de las omnipresentes Gaviotas patiamarillas (
Larus michaellis), gran cantidad de alcatraces que están migrando en grandes números estos días se unieron a ellas, y detrás llegaron los págalos. Estas aves siempre me han gustado, sobre todo por su comportamiento. Los págalos, de los que 4 especies se reproducen en el norte de Europa y visitan nuestras aguas durante la migración o para pasar el invierno, son los piratas de la mar. Consiguen el alimento acosando a otras aves para que regurgiten los peces que han pescado.
Durante años he observado este comportamiento, pero nunca había conseguido hacer una foto que mostrara esta acción y el gesto de pánico que sus víctimas cuando eran acosadas. Y el sábado lo conseguí. Varios págalos pomarinos (
Stercorarius pomarinus) perseguían insistentemente a las gaviotas patiamarillas. De repente, a unos 50 metros del barco un pomarino adulto se fijó en una gaviota joven y comenzó a perseguirla. Conseguí enfocarlos, encuadré lo mejor que pude y disparé y el resultado fue este:
En este caso, el págalo no se salió con la suya, y la gaviota, que probablemente estuviera más hambrienta que él, se revolvió y consiguió zafarse del ataque. No os puedo negar que detrás de estas foto hay una buena dosis de suerte, pero también hay mas de 30 salidas en barco durante los últimos años, muchos intentos fallidos y muchas sesiones en blanco. Lo cierto es que al final la suerte sólo es un factor más, que muchas veces es el más insignificante de todos.
Los alcatraces nos acompañaron durante todo el viaje, haciendo picados continuamente a nuestro lado. A pesar de todo, no conseguí hacer una de las fotos que se me resiste desde siempre, la de uno de ellos entrando en el agua con las alas plegadas. Tengo cientos de fotos en las últimos años de las de "uiiii, casi", pero nada, por ahora no la he logrado.
uiiii, casi
Toda la acción ocurre en una décima de segundo y normalmente o lo pillas antes o después, o con mucha frecuencia si consigo hacer algo aproximado a lo que tengo en la cabeza, la luz es horrorosa.
Además de los págalos pomarinos, varios págalos grandes (
Stercorarius skua) se unieron a la fiesta. Estos, al igual que sus parientes, son
cleptorarásitos, y acosan a otras aves para conseguir alimento. Se trata de aves grandes y poderosas, que además de robar el alimento se comportan como auténticas rapaces, pudiendo dar caza a otras aves.
Dos págalos grandes en distintas fases de muda. El segundo pillado in fraganti después de defecar
Pero la sorpresa del día aun estaba por llegar. Cuando la mayoría de nosotros nos entreteníamos observando a las aves que volaban a nuestro alrededor, Xurde nos avisó de que había visto un soplo de un cetáceo. En ese momento cambiamos el rumbo y cuando llegamos el sitio donde los había observado, aparecieron ante nosotros dos enormes rorcuales comunes (
Balaenoptera physalus)
Rorcual común a punto de sumergirse mostrándonos el aventador
El rorcual común es, con sus 26 metros de longitud, el animal más grande que ha poblado nunca la Tierra y sólo es superado en tamaño por la ballena azul. Navegamos durante unos minutos a su lado y luego los perdimos de vista mientras seguían navegando hacia el oeste.
Aunque la variedad de aves no fue mucha y echamos de menos algunas especies como los paíños o las pardelas cenicientas y capirotadas, el día estuvo muy bien y nos brindó grandes momentos, permitiéndonos disfrutar del espectáculo de las aves y los cetáceos al lado de nosotros. Aquí os dejo alguna de las fotos del día, después de descartar la mayoría de ellas por los motivos que os mencioné anteriormente.
Gaviota cabecinegra
Págalo grande
Págalo pomarino
Alcatraz atlántico
Ya llevábamos 6 horas navegando y aún estábamos a 2 horas del puerto, así que a las 4 de la tarde regresamos. También tuvimos mucha suerte con el estado de la mar, ya que la mayoría del tiempo estuvo calmada, con una ligera mar de fondo de menos de un metro.
El listado de especies observados en esta salida fue el siguiente:
Aves
Negrón común (
Melanita nigra)
Cormorán grande (
Phalacrocorax carbo)
Cormorán moñudo (
Phalacrocorax aristotelis)
Pardela sombría (
Puffinus griseus)
Pardela balear (
Puffinus mauretanicus)
Pardela pichoneta (
Puffinus puffinus)
Alcatraz común (
Morus bassanus)
Gaviota patiamarilla (
Larus michaellis)
Gaviota sombría (
Larus fuscus)
Gavión atlántico (
Larus marinus)
Gaviota reidora (
Chroicocephalus ridibundus)
Gaviota cabecinegra (
Ichtyaetus melanocephalus)
Charrán común (
Sterna hirundo)
Charrán patinegro (
Sterna sanvicensis)
Págalo grande (
Stercorarius skua)
Págalo pomarino (
Stercorarius pomarinus)
Págalo parásito (
Stercorarius parasiticus)
Mamíferos
Rorcual común (
Balaenoptera physallus)
NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño