Río Llindebarcas (Asturies)
Los arroyos costeros son cortos y apenas son conocidos por las pocas personas que viven cerca de ellos. Muchas veces ni siquiera se puede acceder a ellos en la mayor parte de su recorrido. Solo en algunas zonas, normalmente atravesando una maraña de vegetación, tanto viva como muerta, se puede llegar a sus orillas y disfrutar de su belleza. Nadie los limpia, ni falta que les hace. Las riadas que regularmente se producen tras las fuertes lluvias del invierno arrastran a la mar los residuos acumulados durante las semanas anteriores. Son dinámicos, sus cauces cambian con el paso del tiempo. Cambian con las fuertes lluvias, con la caída de los árboles de sus orillas, con los depósitos de arenas y gravas.
Río Gorozika (Bizkaia)
La elevada humedad que rodea a estos pequeños arroyos es la responsable de la frondosa vegetación que crece en sus orillas: helechos, musgos, hepáticas y multitud de plantas herbáceas, junto a hiedras y zarzas ocupan el piso más bajo. Alisos y sauces, algunos desde la misma orilla, crecen rápidamente aprovechándose de la humedad constante y del terreno blando y nutritivo, alcanzando una considerable altura en pocos años. y de esta forma, sin proponérselo ayudan a sujetar el terreno. El verdor y la frondosidad de estos lugares en un día de primavera no tiene nada que envidiar al de cualquier río tropical.
Desgraciadamente, estos arroyos y los bosques de ribera asociados a ellos son solo una pequeña muestra de lo poco que queda de los bosques autóctonos de las rasas cantábricas. Tan solo unos pocos metros separan este lugar paradisíaco de la realidad más perversa, una plantación continua de eucaliptos que cubren todo el litoral, desde Euskadi a Galicia.
Ciertamente hay algunos realmente bellos. Un abrazo David
ResponderEliminarHola Jose, si que los hay muy guapos. Yo tuve que ir a muchos cuando curraba con las truchas y parece increíble que tengamos sitios tan flipantes ahí al lado y ni nos enteremos.
Eliminarun abrazo
Además, son el hábitat de especies endémicas o relícticas, caso de anfibios (salamandra rabilarga y la rana patilarga) y helechos (Culcita macrocarpa, Woodwardia radicans, Hymenophyllum tunbrigense, Vandesbosquia speciosa).
ResponderEliminarPues si Juanma, en muchos de ellos he encontrado esas dos especies de anfibios, aparte del boscai y otros tritones en las zonas encharcadas de las orillas, y también caballitos del diablo y un montón de insectos. Y helechos, muuchos helechos.
Eliminarun saludo
Efectivamente, muy bien descrito. Indagando descubrí un poco algo sobre los helechos "tropicales" que habitan este tipo de regatas o arroyos que comentas. Te dejo la página por si quieres echar un vistazo
ResponderEliminarhttp://maderadeolmo.blogspot.com.es/2015/02/jaizkibel-las-regatas-que-caen-al-mar.html
un saludo
Javi
Hola Javi,
Eliminarmuchas gracias por el enlace. Es cierto que hay algunas especies tropicales muy interesantes, algunas que actualemente solo estén en Macaronesia y en el Cantábrico.
un saludo
De hecho gracias a ellos podemos imaginar como debió ser la costa cantabrica antes de la megainvasion de eucalipto como bien citas.
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