El pasado sábado, 24 de septiembre salimos en barco desde Gijón hasta el borde del cantil, a unas 30 millas de costa. Era mi primera salida pelágica de esta temporada y las condiciones eran perfectas para la observación de aves marinas y cetáceos, con viento del suroeste y una ligera marejadilla que fue calmando a medida que avanzó la jornada.
A pesar de las buenas condiciones tanto la variedad de especies como la cantidad de ejemplares fue mucho menor de la que esperábamos. Poco después de salir vimos los primeros alcatraces, que pasaban en migración cerca de la costa. A medida que nos alejábamos su número se redujo y solo volvimos a verlos en buen número cuando regresamos a puerto.