Una tradición que me gusta cumplir nada más comenzar el año es la de visitar las colonias de cormoranes moñudos del occidente de Asturias en compañía de mi amigo Gilberto. En los 30 años que llevamos trabajando con esta especie, hemos visto como adelantaban su fecha de puesta en casi 20 días como consecuencia del cambio climático (Álvarez & Pajuelo, 2011) y como las condiciones meteorológicas locales, sobre todo las precipitaciones o la ausencia de ellas, también podían retrasar o adelantar el inicio de la reproducción.
El pasado diciembre fue bastante lluvioso en Asturias, sobre todo comparado con los meses anteriores, en los que las precipitaciones estuvieron muy por debajo de lo normal. Y esas lluvias tuvieron un efecto sobre los cormoranes, que este año están mucho más retrasados que el año pasado, cuando apenas había llovido durante todo el mes de diciembre.
Ayer, la mayoría de las parejas aún no se habían asentado en los lugares donde construirán los nidos, y solo algunas, las más viejas y que llevan más tiempo juntas, habían comenzado a acumular material y a realizar las paradas nupciales y el cortejo que precederá a las cópulas.
Este es el momento en el que los cormoranes moñudos están más bonitos, cuando su plumaje es más brillante y lleno de iridiscencias verdes y azules. Y sobre, es en esta época cuando aparece el penacho de plumas en la cabeza que da nombre a esta especie y que normalmente desaparecerá en unas pocas semanas. De todas formas, si nos fijamos comprobaremos que ese penacho de plumas no es un moño, sino una cresta.
El tamaño de la cresta varía mucho entre los distintos ejemplares y no está relacionado con la edad, ya que hay animales de 2 años que lucen una cresta muy desarrollada y otros de más de 10 años que apenas tienen unas pocas plumas. Según un trabajo realizado hace unos años en la Isla de May, en Escocia, hay una relación directa entre el tamaño de la cresta y la condición física de cada individuo en ese año, por lo que la cresta funciona como un indicador sexual honesto de su calidad como pareja en el momento del cortejo (Daunt et al., 2003).
Durante las paradas nupciales, los machos efectúan unos movimientos estereotipados muy característicos que reciben el nombre de "dardo" y que consisten en echar el cuello hacia atrás para luego realizar movimientos hacia adelante y atrás con la cabeza. Los cormoranes suelen conservar la pareja de un año a otro, sobre todo si han tenido éxito en la temporada de cría anterior, aún así, las paradas nupciales se repiten, aunque en las parejas ya formadas son más breves que en las primerizas.
Los más de 30 años que llevamos trabajando con esta especie, tanto en Asturias como en Galicia, y en los últimos años en Cantabria y Bizkaia, gracias al trabajo coordinado con Alberto Velando y Jon Hidalgo, nos han permitido recopilar una gran cantidad de información y conocer las causas que están ocasionando el declive de esta especie en todo el Cantábrico y el Atlántico gallego. Hace tan solo unos días, nos han aceptado un artículo en la revista Ecological Applications en el que resumimos los resultados obtenidos tras el análisis de los datos recogidos durante el periodo 1994-2014 en 8 colonias de Galicia y Asturias y después de marcar casi 2500 ejemplares. Los resultados han confirmado que la mortalidad en aparejos de pesca es la principal causa del declive de esta especie y que la incidencia de esa mortalidad varía entre sexos y también entre zonas de estudio (Oro et al, 2018).
Ya es hora de que la Administración se tome en serio la conservación de la naturaleza, y sobre todo es hora de que dejen a un lado las especulaciones y los intereses electoralistas y presten atención a los trabajos científicos, que ya llevan varios años alertando del problema y proponiendo como solucionarlo.
Referencias
- Álvarez D & Pajuelo MAF (2011). Southern populations of European shag are laying eggs earlier in response to local weather conditions but not to large-scale climate. Ardeola 58: 239-250.
- Daunt F, Monahan P, Wanless S & Harris M (2003) Sexual ornament size and breeding performance in female and male European Shags Phalacrocorax aristotelis. Ibis: 145, 54–60.
- Velando A, Álvarez D & Oro D. Complex demographic heterogeneity from anthropogenic impacts in a coastal marine predator. Ecological Applications (en prensa)
Ya es hora de que la Administración se tome en serio la conservación de la naturaleza, y sobre todo es hora de que dejen a un lado las especulaciones y los intereses electoralistas y presten atención a los trabajos científicos, que ya llevan varios años alertando del problema y proponiendo como solucionarlo.
Referencias
- Álvarez D & Pajuelo MAF (2011). Southern populations of European shag are laying eggs earlier in response to local weather conditions but not to large-scale climate. Ardeola 58: 239-250.
- Daunt F, Monahan P, Wanless S & Harris M (2003) Sexual ornament size and breeding performance in female and male European Shags Phalacrocorax aristotelis. Ibis: 145, 54–60.
- Velando A, Álvarez D & Oro D. Complex demographic heterogeneity from anthropogenic impacts in a coastal marine predator. Ecological Applications (en prensa)
Buenas tardes, David.
ResponderEliminarAyer vi un comportamiento, que creo es nupcial, en una pareja de cormoranes grandes "Phalacrocorax carbo". Choque de picos, acicalamiento mutuo de plumas del cuello (como caricias), inclinación de cabeza y cuello hacia atrás (hacia la espalda) mientras emitían sonidos... Leyendo tu entrada ahora pienso que también ellos (eran un par de adultos) pudieran estar ejecutando un comportamiento similar.
Gracias por la explicación.
Nacho Vega.
Hola Nacho, yo también lo he observado varias veces en cormoranes grandes, pero eso no implica que vayan a acabar criando. Normalmente son pautas para mantener el vínculo e pareja y en algunas especies migratorias, suelen empezar a hacerlas poco antes de volver a los lugares de cría. Yo en cormoranes grandes he visto incluso alguna cópula, pero al final no acabaron criando.
EliminarEsto no quiere decir que no pudieran criar, como de hecho ya están haciendo en varios lugares, pero al menos en Asturias, por ahora no hay cría confirmada.
un abrazo
Gracias, David. No hubo cópula, en este caso. Yo pensé que, simplemente, era un comportamiento social de refuerzo de los vínculos. Me "presta" ver que no estaba equivocado.
EliminarAbrazo de vuelta.
Nacho Vega.
Hola Nacho, pues no estabas equivocado. Como te comentaba, muchas aves mantienen el vínculo de pareja durante todo el año, incluso en los lugares de invernada, pero otras se separan y no se vuelven a juntar hasta que se reúnen en el nido.
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