Todos los animales, después de realizar la digestión expulsan sus excrementos, que están compuestos por los restos de los alimentos que no han sido digeridos y que por tanto no son aprovechables. Pero además de estos restos, junto a los excrementos se expulsan otras sustancias que dan pistas acerca de la identidad del animal, de su estado de ánimo o de su estatus dentro de la comunidad.
Se puede decir que los excrementos son una tarjeta de visita con la que un individuo informa a otros miembros de su especie de sus intenciones, e incluso pueden servir como una escritura de propiedad que indica a otros animales que ese territorio ya está ocupado. Por otra parte, la información que se expone en esa tarjeta de visita es una información honesta, es decir, que no se puede falsear. Por ejemplo, la presencia de cortisol en las heces, que es una hormona que libera la glándula suprarrenal, informa a otros animales sobre el estado de ánimo del "propietario" ya que se libera como respuesta al estrés. En otros casos, la presencia en los excrementos de las hembras de algunas hormonas como el estradiol informa sobre el estado sexual y advierte a los machos de que en los alrededores hay una hembra en celo que está receptiva.
Con el fin de que esas señales sean visibles y de que la información olorosa que contienen se disperse lo más lejos posible, algunos animales depositan sus excrementos en lugares prominentes del territorio, como piedras, ramas o elevaciones del terreno, y en ocasiones utilizan algunos lugares concretos dentro de su territorio para depositar los excrementos de varios días, y como si de un water se tratara, regresan a menudo al mismo sitio formando verdaderas letrinas en las que se reunen las deposiciones de varios miembros de una familia durante varias semanas e incluso meses.
Una de las especies que acostumbra a construir esas letrinas es el tejón o melandru (Meles meles) y en muchas ocasiones, debido a las dificultades de ver a esta especie durante el día, el hallazgo de una de estas letrinas, junto a otros rastros como las huellas, puede ser el mejor indicativo de su presencia.
Las letrinas de los tejones suelen situarse cerca de la entrada de la tejonera, en alguno de los senderos que usan para acceder a ellas y en los límites del territorio, de forma que puedan ser reconocidas por los intrusos y los jóvenes en dispersión. Estas letrinas consisten en un hueco excavado en la tierra en el que uno o varios miembros de la familia depositan sus excrementos, que quedan al descubierto ya que no los tapan.
En el siguiente vídeo se puede ver cómo uno de los tejones de una familia que llevo controlando desde hace tiempo, primero marca con orina encima de la letrina y un poco después vuelve para defecar.
Excremento de nutria sobre una roca dentro del territorio
Con el fin de que esas señales sean visibles y de que la información olorosa que contienen se disperse lo más lejos posible, algunos animales depositan sus excrementos en lugares prominentes del territorio, como piedras, ramas o elevaciones del terreno, y en ocasiones utilizan algunos lugares concretos dentro de su territorio para depositar los excrementos de varios días, y como si de un water se tratara, regresan a menudo al mismo sitio formando verdaderas letrinas en las que se reunen las deposiciones de varios miembros de una familia durante varias semanas e incluso meses.
Una de las especies que acostumbra a construir esas letrinas es el tejón o melandru (Meles meles) y en muchas ocasiones, debido a las dificultades de ver a esta especie durante el día, el hallazgo de una de estas letrinas, junto a otros rastros como las huellas, puede ser el mejor indicativo de su presencia.
Tejonera en el talud de un camino
Las letrinas de los tejones suelen situarse cerca de la entrada de la tejonera, en alguno de los senderos que usan para acceder a ellas y en los límites del territorio, de forma que puedan ser reconocidas por los intrusos y los jóvenes en dispersión. Estas letrinas consisten en un hueco excavado en la tierra en el que uno o varios miembros de la familia depositan sus excrementos, que quedan al descubierto ya que no los tapan.
En el siguiente vídeo se puede ver cómo uno de los tejones de una familia que llevo controlando desde hace tiempo, primero marca con orina encima de la letrina y un poco después vuelve para defecar.
Como se puede ver en las últimas imágenes, los excrementos nos proporciona una importante información acerca de la alimentación de los animales, ya que algunos restos como los élitros de los escarabajos, los pelos y mandíbulas de micromamíferos o las semillas de algunos frutos, son muy útiles para conocer en que ha consistido el último menú que ha degustado.
Y por último, en algunos casos los excrementos de los animales pueden proporcionar información sobre otras especies acompañantes, por ejemplo en los asentamientos humanos, la presencia de excrementos de los perros y otras mascotas en la vía pública nos dice inequívocamente que su dueño es un guarro.
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