Durante los últimos días estamos siendo testigos de un periodo de bajas temperaturas, consecuencia en parte de la presencia de un potente anticiclón que permanece estacionario sobre nuestras cabezas, lo que deja cielos despejados y sin las nubes que impedirían que el calor acumulado durante el día se escape por las noches.
Estas condiciones dan lugar al fenómeno de la inversión térmica, que se produce cuando el suelo se enfría rápidamente, lo que a su vez hace que se enfríe el aire que está en contacto con él, que por lo tanto se vuelve más denso. En estas condiciones, la capa de aire frío queda inmóvil sobre el suelo y se impide la circulación atmosférica regular.
El resultado es que si no hay circulación de aire, por ejemplo en los valles, la temperatura será más baja en el fondo de los mismos que en las zonas más altas, provocando heladas y bajadas drásticas de temperatura.
En estas condiciones es frecuente ver las charcas y los lagos cubiertos de una capa de hielo, mientras en el fondo, el agua permanece líquida. Y en ese agua líquida siguen viviendo con aparente normalidad muchos organismos, como invertebrados, anfibios o peces.
En esta época, algunas especies de anfibios, como las Ranas bermejas (Rana temporaria), están reproduciéndose o ya han terminado los apareamientos. En las charcas donde han desovado, si nos fijamos, veremos que sus puestas siguen ahí, pero a pesar de las bajas temperaturas que hacen que se congele la superficie, los embriones siguen desarrollándose bajo la capa de hielo que cubre las mismas.
Puestas de Rana bermeja (Rana temporaria) bajo de una capa de hielo
Este fenómeno, que nos parece de lo más normal, no ocurriría si en vez de agua estuviéramos ante una masa de otro líquido en unas condiciones térmicas por debajo de su punto de congelación, ya que en ese caso se congelaría toda la masa de líquido y no solo la superficie del mismo.
Parece lógico pensar que el agua se congela en la superficie porque es la parte que está en contacto con el aire, que en ese momento está a una temperatura inferior a los 0ºC, pero lo cierto es que no es eso lo que ocurre. Las propiedades únicas del agua son las responsables de que a pesar de que en el ambiente la temperatura del aire esté muy por debajo de 0ºC, se congele solo la superficie y no toda la masa de agua de un lago o una charca. Y esto es debido a que el agua es de los pocos líquidos que al congelarse disminuye su densidad y aumenta de volumen. En el agua, su máxima densidad se alcanza a los 4ºC.
Diagrama que muestra la estratificación en un lago en invierno dependiendo de la Tª
Imaginemos que estamos en un valle donde se está produciendo una inversión térmica y que por lo tanto pasa la noche en un ambiente bajo cero. Lógicamente, el primer contacto entre el agua y el aire frío tiene lugar en la superficie de la charca y por lo tanto, es ahí donde comienza a bajar su temperatura. Como el agua fría es menos densa que la caliente, se queda en la superficie y se acaba congelando. Llegado a este punto, el hielo funciona como un aislante y evita que el resto de la masa de agua se congele. De esta forma, la vida puede seguir su curso bajo la superficie helada, ya que en caso contrario los organismos que viven en esas charcas o lagos morirían congelados. Evidentemente, si esas condiciones de frío se mantuvieran durante varios días, y sobre todo, si la charca no fuera muy profunda, toda el volumen de agua acabaría congelándose, pero la última capa en congelarse sería la del fondo, al ser esta más densa.
Si la charca estuviera llena de otro líquido que no fuera agua no pasaría esto, ya que la capa más densa sería la más fría y por lo tanto quedaría en el fondo. Al mismo tiempo, la capa más caliente subiría a la superficie, por lo que la charca se congelaría rápidamente al no tener una capa de hielo aislante en superficie.
En el caso del agua, el hecho de que sea un líquido tan inusual se debe a la existencia de un tipo de enlaces, los puentes de hidrógeno, que mantienen unidas sus moléculas. En el caso del aumento de volumen y la reducción de densidad del agua cuando se congela, es consecuencia del incremento del número de esos puentes de hidrógeno, lo que hace que aumente la distancia entre las moléculas de agua implicadas y por lo tanto su volumen.
Qué bueno David, fíjate estamos trabajando en clase el cambio de estado de la materia y hemos hecho varios experimentos relacionados con la solidificación estos días. Uno de los crios presentó en su exposición oral precisamente esto porque vive en un pueblo donde ve los renacuajos debajo del hielo. Veremos esta entrada el lunes.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir
Hola elalu,
Eliminarme alegro de que te haya gustado la entrada y de que te pueda servir para tus clases. Curiosamente hace un par de meses estuve yo hablando de esto con mis alumnos :)
un saludo
Que guapo eso que comentas del chaval que expuso lo que veía en esa charca...
EliminarExtraordinario artículo, un abrazo David.
ResponderEliminarGracias, Germán.
EliminarNos vemos pronto.
un abrazo
No hay nada mejor para descansar la mente que leer uno de tus artículos. Me agrada que haya gente que conciencie a la población sobre las alteraciones medioambientales, ya sean producidas tanto por la naturaleza como por el ser humano.
ResponderEliminarMuchas gracias, Rubén. Me alegro de que te guste.
Eliminarun saludo