Aquí tenemos dos imágenes de una especie en peligro de extinción, una hecha en junio y otra en diciembre del mismo año.
En la primera, ese animal está agonizando después de ser pescado por afición y acabará sus días en una sartén, acompañado de una pizca de sal y pimienta. En la segunda, ese mismo animal, que de haber seguido en el río estaría desovando más de 4000 huevos que conseguirían aliviar en parte su inexorable declive.
Ahora cierra los ojos e imagínate que es un urogallo, un águila imperial, un lince o un oso.
Si, interesante reflexión, David. Una putada lo que ocurre con el Salmón, una desgracia no encontrarse entre esas especies emblemáticas que nombras, aunque sea igual de importantes para el ecosistema.
ResponderEliminarpues si, Migue, pero ya ves lo que le importa a la administración que se extinga. Pero no te preocupes, luego vendrán con planes de reintroducción, que salen muy bien en la prensa.
EliminarPero no le interesa a la administración porque a los asturianos no les interesa su naturaleza. Les da igual el lobo y el salmón, y lo del oso solo porque vienen turistas.
EliminarSi. Totalmente de acuerdo. Y qué decir de tantas otras especies menos aparentes que están sufriendo las consecuencias de un desarrollo mal entendido.
ResponderEliminarDejo aquí el link de mi web de divulgación sobre conservación de la biodiversidad ibérica, por si a alguien resulta de interés:
https://conservacionibericanatura.es/
Un saludo
Efectivamente David, si tuviésemos la conciencia que tenemos de los animales terrestres con muchos animales marinos otro gallo cantaría.
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