Hoy, la Nueva España publica un artículo que por una parte vuelve ensalzar el papel de las repoblaciones para la conservación de los salmones (algo desmentido cientos de veces en innumerables trabajos científicos) y por otra parte, demuestra la ignorancia supina de la mayoría de los medios de comunicación a la hora de escribir sobre cualquier tema que huela ligeramente a ciencia.
Pero ahora, la Socala del Esva, la asociación que se opone a vedar un río en el que en los dos últimos años SOLO SE HA PESCADO UN SALMÓN POR TEMPORADA, ha dado con la tecla para salvar a la especie de la extinción y "están ilusionados", porque van a depositar los huevos fertilizados en ese cubo directamente en el río, lo que "permite que los alevines nazcan en su hábitat, lo que aumenta las posibilidades de supervivencia".
En primer lugar, esa técnica de repoblación ya se usa desde hace muchísimo tiempo, exactamente desde que Richard Vibert inventó las cajas que llevan su nombre en 1949, a partir de un diseño previo denominado "Caja Harrison", para enterrar los huevos de los salmónidos en la grava. Lo que se va a hacer en el Esva es una nueva modificación, pero el mecanismo es el mismo. Y que se haga por primera vez en el Esva no es garantía de nada. Ya se ha hecho en otros ríos de Asturias y los resultados están a la vista.
Llama la atención la frase de que "se permitirá que los alevines nazcan en su hábitat", lo que da a entender que cuando los salmones desovan naturalmente en el río, deben nacer en un campo de maiz o en otro hábitat que no es el suyo.
Si realmente se quiere hacer algo por el salmón, y más aún en el Esva, lo que se debería hacer de una vez por todas es vedar completamente su pesca y dejar que los pocos salmones que aún llegan al río, desoven naturalmente como hicieron durante millones de años.
Pero la mayor responsabilidad no es de la Socala, es del gobierno del Principado de Asturias, que sigue avalando estas prácticas absurdas y contraproducentes, y sigue vendiendo la supervivencia del salmón por un puñado de votos. Que se siga permitiendo matar un solo salmón en la situación en la que se encuentra es demencial, pero que se siga permitiendo matar salmones en el Esva, y que se siga presentando en los informes oficiales que la población de salmones en ese río está fuera de peligro, no tiene nombre.
Bueno, es lo que ocurre cuando los políticos que, lamentablemente, nos toca padecer, se ponen a legislar acerca de estos temas...Como no tienen ni pajolera idea, y, lo que es mucho peor, buscan a sus asesores (cuando los buscan) en una tómbola, pues promulgan unas leyes que tienen más peligro que un mono con dos pistolas. Y ya, cuando los palmeros interesados de turno, les apluden con las orejas, pues apaga y vámonos. Desgraciadamente, "ye lo que hay".
ResponderEliminarSaludos
El río es de ellos, de todas estas mafi....digo asociaciones, asi que son ellos los que deciden lo que se hace con el salmón, es lo mismo que los montes con los "ganaderos", el monte es suyo asi que son ellos los que deciden y mandan, aunque sean prácticas zimplemente absurdas, como las quemas, los políticos viven de los votos de estos grupos....asi que...caso cerrado.
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