Este fin de semana pasado me invitaron a participar en un curso de Ecología de aves, tortugas y mamíferos marinos en Cantabria y aprovechando el viaje, a la vuelta nos pasamos por el Cabo Quintres a ver si veíamos a un Chorlito carambolo (Charadrius morinellus) que habían encontrado unos días antes. Esta especie nidifica en el norte de Europa, en la tundra ártica y en zonas alpinas. Durante la migración es un ave escasa pero regular, y probablemente sea más abundante de lo que pensamos debido a que no es fácil de localizar, sobre todo cuando aparece en praderas alpinas que no son muy transitadas por los observadores de aves.
Durante la migración otoñal pueden aparecer individuos de esta especie a casi cualquier cota, encontrándose en muchas ocasiones en zonas de rastrojos en algunos cabos costeros. Siente una especial predilección por los rastrojos de los maizales recién cortados, donde debido a su plumaje se mimetiza perfectamente con los tallos secos del maíz.
El juvenil de carambolo localizado por Ángel Ruiz Elizalde, se encontraba en una de esas zonas a escasos metros de la carretera y como suele ser habitual en esta especie era extremadamente confiado. Es muy probable que este ejemplar sea la primera vez que se encuentra con un ser humano.
Una de las características más singulares de esta especie, es que tienen los roles sexuales cambiados, y al contrario de lo que ocurre en la mayoría de las especies de aves, los machos son los que cargan con todo el peso de la reproducción, incubando los huevos y cuidando de los pollos. Mientras tanto las hembras son las que cortejan y se aparean con varios machos distintos a lo largo de la estación de cría. Este cambio de roles sexuales no sólo afecta a su comportamiento, sino que también queda de manifiesto al observar su plumaje, que es mucho más llamativo en las hembras y más discreto y críptico en los machos, tal como podéis apreciar en estas fotos de Jesús Menéndez (que también compartió esta observación de Quintres) en las que se puede observar a una hembra en plumaje nupcial en Varanger, al norte de Noruega.
NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño
Unos días antes no, David, un par de horas antes de vuestra visita lo localicé, jeje, mientras vosotros estábais en el barco. Un saludo!!
ResponderEliminarHola Ángel, pues no se movió del sitio donde lo viste. Y ahí estaba cuando nos fuimos.
Eliminarun saludo y gracias por la información, la verdad es que es un bicho guapísimo.