La colonización se puede definir como el asentamiento de una población en un lugar nuevo para ella y es un fenómeno esencial para la persistencia de todas las especies. En el caso de los vertebrados, la mayoría de los estudios que se han publicado hasta el momento se han realizado en base a inferencias sobre poblaciones que ya se habían establecido, ya que no es sencillo estar en el momento y el lugar en el que una especie se establece en un lugar donde nunca había estado antes.
En el caso de las aves marinas, la mayoría de las especies crían e colonias y los reproductores eligen criar en una colonia determinada según la información que recopilan durante los viajes de prospección que realizan durante la dispersión juvenil. Por ejemplo, si en una colonia hay un elevado número de pollos les puede indicar que las condiciones son buenas y por lo tanto el lugar tiene suficiente calidad para intentar asentarse allí con éxito. Pero cuando se trata de colonizar un nuevo lugar de reproducción, esa información no existe y los fundadores se enfrentan a una gran incertidumbre, por lo que deben afrontar esa ausencia de información y arriesgarse. Debido a esto, la mayoría de las especies de aves marinas suelen reclutar en la misma colonia en la que han nacido o muy cerca de ella (filopatría), por lo que la fundación de nuevas colonias es un fenómeno raro y muy pocas veces estudiado en este grupo de aves.
La pardela cenicienta (Calonectris diomedea) es el procelariforme de mayor tamaño del atlántico norte, una familia de aves marinas que incluye a aves tan conocidas como los albatros, las grandes planeadoras del hemisferio sur que surcan los mares embravecidos durante meses seguidos sin tocar tierra firme. La pardela cenicienta se reproduce en algunas islas del Atlántico, como Azores, Madeira o Canarias y en el Mediterráneo, siendo consideradas las mediterráneas y las atlánticas como subespecies o como especies separadas dependiendo de los distintos autores, estando aún abierto el debate por la asignación taxonómica de esta especie.
Ubicación y desarrollo de las colonias de reciente creación de pardelas cencientas en Galicia. Los gráficos de barras muestran el número de nidos aparentemente ocupados (AOB; barras blancas), el número de madrigueras que contenían huevos (barras de color gris oscuro) y el número de pollos (barras negras), en cada una de las colonias (Coelleira, Sisargas y Cíes) durante 2008-2014. Los círculos cerrados representan el tamaño de la balsa de pardelas más grandes observada desde la colonia durante la reproducción, antes de más grande balsa (mayo-agosto). (Munilla et al., 2016)
En los años 2007 y 2008 se localizaron tres nuevas colonias de pardelas cenicientas en Galicia, en Cíes, Coelleira y Sisargas. Las intensivas prospecciones hechas previamente en estas islas para estudiar la población reproductora de gaviota patiamarilla y cormorán moñudo parece descartar que la colonización se hubiera producido antes de esas fechas, al no haberse detectado indicios hasta entonces. Una de las características de los procelariformes es que desde que los primeros ejemplares se asientan hasta que se produce la primera reproducción pueden pasar varios años, en el caso de la pardela cenicienta, unos 7 años, por lo que los ejemplares aparentemente adultos suelen asentarse en sitios potenciales de reproducción varios años antes de que se confirmen las primeras puestas.
Pardela cenicienta con un huevo en la colonia de Coelleira (agosto de 2013)
En un trabajo recientemente publicado (Munilla et al, 2016), en el que colaboré durante las campañas de campo, se describió el proceso de colonización y el progreso de las nuevas colonias, así como el posible origen geográfico de los colonizadores. En el año 2013, cuando se realizó el grueso del trabajo de campo, se encontraron un mínimo de 61 nidos aparentemente ocupados de pardela en Galicia (21 en Cíes, 17 en Sisargas y 23 Coelleira). Para asignar el posible origen de los colonizadores, se analizó la información procedente de 128 ejemplares, entre ellos 9 pollos, de los que se tomó una muestra de sangre para realizar análisis genéticos y se tomaron varias medidas morfométricas. Asimismo, se analizaron genéticamente 174 muestras de sangre de individuos de cinco poblaciones que representan todo el rango de distribución de la Pardela cencienta en el Atlántico [Berlengas (Portugal continental), Tenerife (Canarias), Selvagem Grande (la Salvaje), Deserta Grande (Desertas) y Corvo (Azores)] y tres del Mediterráneo Occidental [(Illa del'Aire (Menorca), Pantaleu (Mallorca) y Habibas (Túnez)].
Ascendencia inferida (Q-matrix) de los dos grupos genéticos (rojo: clúster Atlántico; azul: clúster Mediterráneo) para las poblaciones de pardela cenicienta examinadas en este estudio. (Munilla et al, 2016)
Los resultados obtenidos en este estudio confirmaron que la colonización de las islas gallegas tuvo lugar a partir de un grupo relativamente grande de ejemplares procedentes de varias colonias, lo que es compatible con las predicciones de los modelos metapoblacionales de islas. Lo más probable es que tres grupos de unos 200 ejemplares no reproductores llegaran a estas tres islas gallegas a mediados de la década del 2000 y algunos de ellos se reprodujeran, estableciéndose así nuevas colonias. Asimismo, se observó que la distancia a las colonias de origen no era el factor principal que determinaba la conectividad y la coloniabilidad en esta especie. Mediante los análisis genéticos realizados no fue posible determinar con precisión el origen de todos los fundadores, pero si el de muchos de ellos. De estos últimos, la mayoría de los individuos tenían una probabilidad muy alta de proceder de las poblaciones del Atlántico, principalmente a Desertas, Azores y Berlengas, pero también algunos fueron asignados a las Islas Selvagens y curiosamente algunos se asignaron a las colonias del Mediterráneo. La mezcla de poblaciones fundadoras se apoyó además por la clara asignación de algunos de los individuos capturados en Galicia a las Islas Selvagens, que fue el único clado divergente dentro del Atlántico.
Aunque la asignación genética de algunos individuos al clado mediterráneo puede ser cuestionable, ya que al analizar la estructura de la población en todas las colonias atlánticas aparecieron rastros de la firma genética mediterránea, un resultado curioso fue que las tres aves más pequeñas encontradas en Galicia (un macho y dos hembras), se asignaron a este clado, lo que podría apoyar esa asignación ya que las pardelas mediterráneas son significativamente menores que las atlánticas. Este flujo de individuos entre poblaciones mediterráneas y atlánticas no sería algo nuevo, ya que por ejemplo se han observado pardelas atlánticas criando en algunas colonias mediterráneas, como Chafarinas (Navarro et al, 2009), y viceversa, por ejemplo, en la reciente colonización de esta especie en el Atlántico francés se han detectado ejemplares mediterráneos (Mays et al., 2006) y muestras antiguas de pardelas canarias se ha detectado la presencia de haplotipos mediterráneos (Ramirez et al, 2013).
Ocupación de una furna por una pareja de pardelas cenicientas en Cíes. Julio 2013
Este trabajo se llevó a cabo en el marco de un proyecto financiado por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Una de las aplicaciones prácticas de este proyecto fue la de intentar atraer a las pardelas a una nueva zona de cría en Cíes mediante la inclusión en un cercado de cajas apropiadas para el anidamiento y mediante la instalación de dispositivos dee emisión de estimulos acústicos. Uno de los problemas a los que se enfrentan las nuevas poblaciones de pardelas es la depredación por los visones americanos, que han llegado a las islas y que ya han provocado episodios de mortalidad. La ubicación de las colonias dentro de estos cercados, a los que no podrían acceder los visones podría ser de gran ayuda para la especie.
Referencias
- Mays G, Durand JM, Gomez G. Première nidification du Puffin cendré (Calonectris diomedea) sur la façade atlantique française. Ornithos 2006; 13: 316–319.
- Munilla I, Genovart M, Paiva VH & Velando A (2016) Colony Foundation in an Oceanic Seabird. PLoS ONE 11(2):e0147222. DOI: 10.1371/journal.pone.0147222
- Navarro J, Forero MG, Gonzalez-Solis J, Igual JM, Becares J, Hobson KA. Foraging segregation between two closely related shearwaters breeding in sympatry. Biology Letters 2009; 5: 545–548.
- Ramírez O, Gómez-Díaz E, Olalde I, Illera JC, Rando JC, González-Solís J, et al. Population connectivity buffers genetic diversity loss in a seabird. Frontiers in Zoology 2013; 10: 28.
Es bueno constatar que hay algunas especies que amplían la extensión de su hábitat,cuando,por desgracia,lo habitual es lo contrario,por unas u otras causas (casi siempre relacionadas con el hombre).Es un pequeño alivio,en medio de tanto despropósito.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Hola Justo, la colonización de la pardela cencienta en Galicia ha sido una buena noticia, sin duda, ya que estas aves están muy afectadas por la muerte en aparejos de pesca, como el resto de las aves marinas. Ojalá se puedan recuperar, aunque hace falta que se adopten medidas para reducir esa mortalidad y también para evitar la mortalidad en las colonias de cría por depredación de gatos cimarrones y visones americanos.
Eliminarun saludo
Muy guapos los datos que nos aportas, como siempre. Tendremos que estar atentos en Asturias por si colonizan tb.
ResponderEliminarQuintana
Hola Manolo, gracias por la visita. La noticia fue muy buena y esperamos que la población vaya hacia arriba.
Eliminarun abrazo
Una información muy, pero que muy interesante, y reveladora en cuanto a la observación estival en potencia de las dos especies de pardela cenicienta en el Cantábrico, mi enhorabuena por el trabajo al equipo y especialmente a ti por compartirlo.
ResponderEliminarHola Jesús, como dices es una información muy relevante a la hora de estimar los flujos migratorios, ya que sin duda muchos de los aparentes migrantes que se ven en Estaca y otros cabos próximos seguramente correspondan a individuos nidificantes en esas colonias.
Eliminarun abrazo
Excelente trabalho!
ResponderEliminarObrigado pela partilha.
puede que no sea tan buena noticia el que una especie se haye fuera de su habitat clásico. Habría que considerar las posibles causas y me temo que incluirán alteraciones bioclimáticas.
ResponderEliminarEs un proceso de colonización natural, lo que no sabemos es las islas que ocupaba hace 100 años. Quizás esté recuperando sitios perdidos
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